Los hombres necesitan una identidad dada por Dios para que puedan cumplir su verdadero propósito. Los hombres han definido su masculinidad por medio de sus funciones: las funciones que desempeñan para sus familias y en la sociedad. Sin embargo ha habido un cambio mayor en las funciones tanto de los hombres como de las mujeres. Las reglas de la sociedad están cambiando. Los hombres ya no están seguros de quiénes son, ni de lo que las mujeres quieren de ellos o esperan de ellos, Sin tener una idea clara de su identidad, los hombres están tratando de enfrentar el choque de las expectativas de una nueva sociedad y de las ideas tradicionales con relación a lo que un hombre debería ser, las cuales ya se han internado a través de la familia, de la cultura o de la inclinación natural del hombre.
Los conceptos básicos que los hombres tienen acerca de la masculinidad están siendo despedazados. Los hombres se sienten fuera de lugar. Ellos están frustrados, luchando para adaptarse a un concepto nuevo, pero muy vago con relación a quiénes son, o, por el otro lado, ellos están muy enojados, tratando de revertir el flujo del cambio.
Muchos hombres tienen preguntas ante las cuales no encuentran respuestas, tales como las siguientes:
1. ¿Acaso el hombre todavía está supuesto a ser el proveedor y el protector? Hoy en día, la mujer es la que sale y provee para sí misma su propio pan, y dice que ella no necesita ningún tipo de protección. El hombre ya no está seguro de qué s lo que debe hacer para la mujer.
2. ¿Acaso el hombre sigue siendo el líder y la autoridad en el hogar? Esto tampoco está claro actualmente. La mujer dice, “Tú no eres mi autoridad. Yo no soy una esclava. Yo produzco mi propio dinero, y tomo mis propias decisiones. Yo hago lo que yo quiero. Yo te llamaré cuando sienta que estoy lista”. El hombre ya no sabe cómo es que se debe relacionar con la mujer.
3. ¿Acaso el hombre debería seguir mostrando caballerosidad? ¿Debería abrir la puerta para una mujer, escoltarla y acompañarla, pagar su cena en una cita con ella, y todo lo demás? El hombre acomoda la silla para la mujer, y ella dice, “Está bien. Gracias, pero yo puedo acomodar mi silla sin tu ayuda”. Algunas veces el hombre le abre la puerta a la mujer, y ella se siente ofendida por ello. ¿Acaso crees que estoy inválida?” ella contesta. Si una mujer entra en una habitación y un hombre se pone de pie como un gesto de respeto, ella lo va a voltear a ver como si él estuviera loco. El hombre ya no sabe si debe seguir tratando delicadamente a la mujer.
4. ¿Acaso todavía es el hombre defensor de su familia, de su propiedad y de su país? Cada vez, más mujeres están entrando a las filas de las fuerzas policíacas y de las fuerzas armadas y andan portando armas. Algunos hombres no saben cómo reaccionar ante estos cambios. Una mujer entra a su casa con su uniforme puesto, y su esposo siente miedo de siquiera decirle “hola” a ella. El se va a levantar y a decir, “¡Diga, mi sargento!” Muchos hombres están pensando, “Ella no necesita realmente que yo la proteja”. Los hombres ya no saben si las mujeres los necesitan para algo.
¿Existe algo actualmente que pueda marcar la diferencia entre un hombre y su contraparte femenina? Los hombres y las mujeres se encuentran en un estado de cataclismo y de confusión con relación a sus géneros.
¿Qué es lo que los hombres pueden hacer para volver a ganar sus bases y su identidad? Primeramente, ellos deben adoptar una forma completamente nueva de pensar. Ellos necesitan pensar en términos de propósito en lugar de pensar en términos de funciones. La razón de que ellos están teniendo problemas hoy en día, es que ellos han estado basando su valor y su dignidad en algo completamente equivocado todo el tiempo. Las funciones nunca han sido la verdadera base de la identidad y del propósito del varón.
Las funciones pueden ser benéficas o dañinas, pero a final de cuentas, ellas sólo reflejan la cultura y las tradiciones.
Los que los hombres necesitan descubrir realmente es su propósito intrínseco, el cual trasciende más allá de la cultura y de las tradiciones. La posición y acciones de un hombre deben fluir como fruto de su propósito, y no al revés. Esta es la razón por la cual la respuesta para el dilema del hombre no consiste solamente en ajustarse a los tiempos tan cambiantes –aunque algo de esto también es necesario- sino en descubrir el propósito inherente del varón.
El conocimiento de lo que significa ser un verdadero hombre no puede ser adquirido por medio de observar cultura que nos rodea. Los hombres necesitan un entendimiento de ellos mismos que no estén completamente influenciados por directrices sociales –a corto plazo, ni por la imagen que otros tengan de ellos.
Cuando los hombres ignoran su verdadera identidad, esto no sólo afecta sus propias vocaciones y sentido de realización, sino también las vocaciones y la realización de sus familias y de la sociedad como todo un conjunto. Dios les ha dado a los hombres una influencia única de liderazgo. De la manera cómo anda el hombre, así también anda la familia, la sociedad y el mundo entero.
Yo creo que si no tratamos con la crisis de identidad del hombre, toda nuestra generación estará en problemas. No hay escapatoria para este hecho. La respuesta para los varones en el siglo veintiuno es, por lo tanto:
· Definir su valor basados en el propósito de Dios, en lugar de definirlo basados en las funciones de la sociedad.
· Aprender la visión que Dios tiene para la vida de ellos.
· Continuar viviendo en la verdad para lo cual en realidad fueron creados.
Si los hombres entienden el propósito y las responsabilidades que Dios les ha dado, así como el verdadero diseño para su relación con las mujeres, ellos pueden ser libres para poder cumplir su destino y todo su potencial.
Ellos pueden llegar a ser los hombres que realmente fueron destinados a ser.
Si tú eres un hombre, tú no necesitas estar todo confundido acerca de tu identidad y de tu lugar en la vida, independientemente de todas las señales conflictivas que la sociedad te está transmitiendo. Tú vas a encontrar una visión fresca y una dirección bien definida al redescubrir los propósitos de Dios, tanto para los hombres, como para las mujeres. A través de este conocimiento, los hombres pueden ser mejores y hacer mejores cosas de las que jamás se habían imaginado, y las mujeres pueden llegar a tener un nuevo entendimiento y apreciación de los hombres mientras que, al mismo tiempo, les permiten cumplir su llamamiento o vocación en la vida.
¿Qué es un “verdadero hombres”? Alguien que conoce la realidad acerca de quién es él, y que, además, vive dentro de esa realidad. Este conocimiento comienza con entender la importancia de haber sido creado con un propósito de parte de Dios.
Alvaro Serna M.
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