lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Está dispuesto a aprovechar la nueva oportunidad?


¿Está dispuesto a aprovechar la nueva oportunidad?

En el panel de los invitados al programa de televisión, tres personas. Un indigente, un apostador y un drogadicto. Entre el público, decenas de espectadores deseosos de no perder detalle sobre el curso que tomaría la vida de los protagonistas. Frente a los televisores, millares de hombres de mujeres viviendo paso a paso aquella historia.

El presentador anunció que, con el respaldo de los anunciadores, en adelante los participantes tendrían una nueva oportunidad. Para facilitares su reincorporación a la vida normal, se les proveyó de un empleo, de sustento económico y de un lugar donde vivir. En un mes deberían estar nuevamente en escena.

Como es apenas natural para muchos aquél tiempo se tornó eterno y estuvieron atentos al momento en que, en la pantalla, aparecerían los invitados. Sólo llegaron dos. El farmacodependiente no volvió. Los productores explicaron que tres días después, con el dinero que le suministraron, regresó a los bajos mundos.

El apostador gastó en las barajas hasta el último peso del dinero que le pagaron en su trabajo como despachador de mercancías en un almacén y el mendigo, contrario a quienes en el pasado habían compartido igual situación, decidió cambiar.

Ahora lucía afeitado, bien vestido, con un rostro optimista, y aunque su vocabulario seguía siendo fruto del marginamiento, revelaba que había aprovechado el tiempo y los recursos. Tenía planes. Incluso mencionó la posibilidad de establecer una familia...

Siempre podemos comenzar de nuevo

Ahora póngase en su lugar. Usted y yo al igual que las tres personas del relato, estamos frente a una decisión: aprovechar o dejar de lado la oportunidad que nos ofrece el Señor Jesucristo. Es la opción de cambiar y emprender una nueva vida.  ...No importa que hayamos hecho en el pasado. Todo cambia a partir del momento en el que aceptamos su perdón y abrimos las puertas a una nueva existencia.

La descripción más vívida de este hecho lo hallamos en la parábola de la higuera que compartió el Señor Jesús con sus seguidores y que hallamos en el capítulo 13 del evangelio de Marcos. El propietario de al viña se quejó de que una higuera en particular –como podemos ser usted y yo—no producía frutos y era necesario cortarla. Fue entonces cuando el encargado de cuidar las plantas salió al paso: 'Señor --le contestó el viñador--, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono.  Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela.' " (versículos 8 y 9. Nueva Versión Internacional).

Todos tenemos una nueva opción. Tal como lo leemos en este relato. Depende de usted y de nadie más que de usted, el tomar la decisión de emprender una nueva vida. ¿Cómo hacerlo? Abriéndole el corazón al Señor Jesucristo. Con su ayuda podrá cambiar. No será difícil. Por el contrario, encontrará las fuerzas divinas para seguir adelante...

www.triunfandostereo.org

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