Debemos ser muy agradecidos con Dios y los hombres por todo lo que tenemos. En el mundo que vivimos existe la tendencia a creer que toda la gente nos debe atender, oír, servir, llevar, traer, es decir la gente debe estar a "nuestros pies".
Se piensa por lo tanto que cuando todo va bien es porque lo merecemos y si alguien esta mal, pues se lo merece igual. Cuando todo nos sale "viento en popa", no nos preocupamos de agradecer los momentos que estamos viviendo.
Esto me hace pensar en lo que un hombre muy sabio de la antigüedad escribió: " El hombre saciado desprecia el panal de miel; pero al hambriento todo lo amargo es dulce". Proverbios. 27: 7
Cuando tenemos mas de lo necesario, poco nos importa despilfarrar, botar, despreciar la comida, la ropa, el dinero y la salud, porque estamos "saciados" No pensamos en otros, que con un poquito de nuestro despilfarro estarían contentos y satisfechos. Podemos ver las noticias, leer periódicos, revistas, escuchar necesidades de otros y pareciera que nos están hablando de otro planeta.
Hoy quiero que reflexionemos en la Gratitud y el Compartir. Jesús en una ocasión después de haber enseñado desde la mañana hasta la tarde, tuvo "compasión" de la gente, vio a un muchacho que tenia "algo", lo tomo, "dio gracias al Padre" y mando a repartir en abundancia, hasta que todos los hombres quedaron "saciados" y eran como 5.000.
Hoy la pregunta es: ¿Somos agradecidos? ¿Compartimos de nuestra "saciedad –abundancia”, con otros necesitados? ¡Hagamoslo hoy!
Alvaro Serna M.
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